Thalía V., una adolescente de 17 años, fue localizada con vida la mañana del jueves 31 de julio en el sector de Calderón, en el norte de Quito, luego de haber sido reportada como desaparecida desde el jueves 23 de julio.

La adolescente desapareció  en el sector de Sangolquí, en el Valle de los Chillos, cantón Rumiñahui, provincia de Pichincha. Ese jueves, aproximadamente a las 11:15 de la mañana, Thalía tomó un taxi desde su casa. Poco después, se bajó en la Avenida General Enríquez, donde abordó un bus interparroquial de la cooperativa Marco Polo, con destino al Playón de La Marín, en el centro de Quito.

Durante la búsqueda de Thalía,  sus padres acudieron al Municipio de Quito para solicitar la revisión de cámaras de seguridad del Playón de la Marín, pero les indicaron que las cámaras no estaban operativas desde hace varios años. También acudieron a la Fiscalía Provincial de Pichincha a presentar la denuncia por desaparición.  Sin embargo, no hubo una  respuesta inmediata.

También acudieron a la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) en busca de ayuda para encontrar a su hija. Ocho días después, 31 de julio de 2025, la adolescente fue localizada en el sector de Calderón, norte de Quito.

Actualmente, Thalía se encuentra estable, segura y acompañada por su familia. Recibe atención psicológica y apoyo integral para su recuperación.

Su madre describe a su hija como una adolescente bondadosa, generosa y alegre, que disfruta pasar tiempo con su hermano y con sus amigas.

“Agradecemos inmensamente a quienes se sumaron a la búsqueda», expresó con profunda emoción y alivio tras reencontrarse con su hija.

Este caso refleja tanto la urgencia como la necesidad de que las instituciones actúen con rapidez, especialización y coordinación. De acuerdo con el informe La problemática de la desaparición de personas en Ecuador (2024)”, presentado por Asfadec se reportaron 6.875 denuncias de desaparición, de las cuales 838 personas aún continúan desaparecidas. De estas, 332 son mujeres, 71,1% corresponde a niñas y adolescentes entre 1 a 17 años de edad. Estos números visibilizan los altos niveles de vulnerabilidad que enfrentan estos grupos.

Ahora Thalía se encuentra con su familia y la investigación para esclarecer los detalles de su desaparición sigue en curso. Su madre, Gissela y toda su familia han expresado un profundo agradecimiento por la solidaridad recibida durante los días de búsqueda. 

Desde Asfadec reiteramos nuestro compromiso con las familias que enfrentan procesos de búsqueda. Cada reencuentro nos recuerda que cada persona desaparecida importa y que es responsabilidad del Estado actuar con diligencia, sensibilidad y eficiencia ante cada caso.

También, insistimos que a pesar de que la desaparición de personas ya es un delito tipificado y la Ley Orgánica para Casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas está vigente desde 2020, queda un largo camino hacia la implementación efectiva y articulación institucional que permita al Estado garantizar el derecho a la verdad, la justicia y la memoria.

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