Hoy se conmemoran 73 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos firmada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en París, donde se reconoce la dignidad humana, la libertad y la igualdad como valores inalienables en toda persona a nivel mundial. La misma fue presentada con la participación de 50 Estados de distintas partes del mundo los cuales deliberaron y redactaron el documento, mismo que ha sido traducido a lenguas nativas en más de 500 ocasiones.
El documento original ha pasado por ciertos anexos y cambios, los cuales se pueden agrupar en tres generaciones, la primera son los derechos civiles y políticos, en un segundo momento fueron añadidos los derechos económicos y culturales. En la tercera generación finalmente figuran los derechos colectivos donde “…su desarrollo incluye aportes de la diversidad de pueblos y culturas que constituyen la humanidad y que luchan y se articulan para concretar sus demandas de dignidad y autonomía”.[1]
Por un lado este día evoca a resaltar las conquistas en materia de derechos y herramientas jurídicas que poseemos las personas, comunidades y organizaciones actualmente para defender y ejercer los derechos humanos en igualdad de condiciones, buscando siempre reconocer la dignidad humana en todas las dimensiones de la realidad social.
Por otro lado y aterrizando en nuestra realidad nacional, este día también nos obliga a preguntarnos sobre las deudas del Estado ecuatoriano con los derechos humanos y en especial con los derechos de las personas desaparecidas, encontradas sin vida y de sus familiares en pie de búsqueda. Siguiendo el informe sobre la situación de las personas defensoras de derechos humanos, colectivos y de la naturaleza presentada por la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos en el presente año.
“El Estado no solo está en la obligación inminente de diseñar e implementar una política integral y específica de protección para personas defensoras de derechos humanos, colectivos y de la naturaleza, sino que debe establecer mecanismos claros y culturalmente apropiados de reparación y no repetición…”[2]
En este sentido, Asfadec como organización de la sociedad civil, defensora de los derechos humanos de las personas desaparecidas, que viene acompañando a los familiares en la exigencia de justicia y el derecho a la verdad por sus seres queridos, exhortamos al Estado ecuatoriano a cumplir su rol de garante de derechos y reiteramos nuevamente nuestro afán por materializar los protocolos especializados de actuación, el trabajo interinstitucional, la capacitación de los agentes investigadores y en general, el cumplimiento de la Ley Orgánica de Actuación en Casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas, que cumplirá el próximo enero, dos años de su publicación en el registro oficial, pero todavía no hay resultados.
En la Plaza Grande, los familiares y amigos de personas desaparecidas y localizadas sin vida conmemoraron hoy, 10 de diciembre de 2021, el Día Internacional de los Derechos Humanos. La agrupación artística Pumallacta y Taller de Marimba de la Tola participaron en el evento; mientras agentes de la Agencia Metropolitana de Control intentaron desalojarnos por utilizar sillas y mesas en la Plaza. Foto: Andy Cóndor/Asfadec
La desaparición de personas es una grave violación a los derechos humanos, es un delito continuo que no termina hasta determinar dónde están nuestros seres queridos desaparecidos, quién se los llevó y por qué.
En Ecuador somos miles de familias incompletas que vieron sus vidas truncadas cuando un día desaparecieron a su ser querido. Solo pedimos que cierren los ojos por un instante y piensen que su ser querido no regresa casa, el teléfono suena apagado, su ropa está intacta, su rastro se ha esfumado y cada que suena el timbre pensamos en su regreso, vivimos con ese dolor latente en nuestros corazones, ¿Qué harían ustedes?
Eso lo sentimos día a día nosotras y nosotros que con la ausencia de nuestros familiares, que no son casos aislados, sino que en lo que va del año solo de enero a agosto de 2021 se han registrado 5.208 denuncias de desaparición de personas a escala nacional. De ellas, el 55.6% son mujeres y el 44.4% hombres.
Nuestros seres queridos son más que cifras, son personas con sueños y vidas truncadas. Son padres, hermanas, madres, hijas, hijos que necesitan volver a casa, que merecen verdad, justicia y memoria.
Atentamente:
Directorio de Asfadec
Contacto de prensa:
Comunicación Asfadec: 0992872742
[1] Revisar Derechos humanos: historia y conceptos básicos compilada por la Fundación Juan Vives Suriá en: https://bit.ly/3IuWnwj
[2] Rescatado de: https://bit.ly/3DzN6zm