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Telmo Pacheco busca a su hijo |
Los familiares y amigos de personas desaparecidas demandan respuestas eficaces de las autoridades. En estos días realizan plantones en la Palza Grande y exhiben fotografías y carteles para reclamar por sus seres queridos. Cada historia es distinta. Pero todas ellas dejan
dolorosas secuelas y causan una lenta agonía en padres, hijos,
hermanos… No saber el destino de un ser cercano es la más cruel
tortura. El paso de los días no aplaca el sufrimiento; por el contrario,
lo acrecienta. Y lo más grave es la situación de indefensión para los
familiares de los desaparecidos.
El pasado diciembre, representantes de la Asociación de Personas
Desaparecidas en el Ecuador y de la Asociación Nacional de Desaparecidos
y Asesinados se reunieron con el presidente de la República; entonces,
se definieron varias acciones para mejorar y agilitar los procesos de
investigación. Ahora esperan ser recibidos el próximo lunes en
Carondelet para evaluar el cumplimiento de esas acciones.
Las asociaciones reclaman por la negligencia policial y de la Fiscalía
en las investigaciones. No solo faltan fiscales para atender los casos,
sino que se requiere mejorar la calidad de las investigaciones. Las
asociaciones piden mayor capacitación para quienes se hallan a cargo de
estas, que se elaboren protocolos de búsqueda y que se mejore el trato a
los familiares que sufren grandes trastornos por la ausencia de sus
seres queridos. Y plantean otras medidas prácticas, como mejorar la
coordinación de las instituciones encargadas de esos casos, unificar los
reportes de hospitales, centros de acogida y morgues y centralizar la
información o que el sistema de recompensas tenga una difusión masiva y
en horarios de gran sintonía en los medios de comunicación…
Enfrentar las desapariciones y los asesinatos impunes es una obligación
de las autoridades tanto más urgente cuanto son cada vez más numerosos
los casos que se presentan y no reciben respuesta.
Contenido publicado en:
Opinión
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