Kerly Verdesoto huyó de casa tras discutir con sus padres por sus gustos musicales, ese acto de rebeldía la tiene desaparecida desde el 24 de septiembre de 2011.
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Rocío Mendoza |
Kerly Verdesoto Mendoza, quien hoy tendría 20 años, pasó de ser una
jovencita hacendosa y cariñosa a una chica rebelde, afirmaron sus padres
Robert y Rocío, según ellos debido a sus gustos musicales.
Desde que tenía 17 años comenzó a escuchar rock y con ello llegaron
las primeras discusiones que desencadenarían en su huída y posterior
desaparición, relató Rocío, de 50 años.
“No estaba de acuerdo con lo que ella empezó a hacer (escuchar rock y
vestirse de negro), yo le prohibía hacer eso aquí porque siempre he
escuchado que eso trae cosas malas, casi un año estuvo así, los últimos 3
meses empeoró”, explicó la señora.
A Rocío le preocupaba que a Kerly le pase algo en aquellos conciertos
a los que se iba a escondidas, pues no sabía con quiénes andaba, es
más, hasta ahora no ha descubierto de dónde nació esa afición repentina.
Rocío cree que esa inclinación provino desde que su hija se cambió de
colegio, pues empezó a estudiar por las noches para poder trabajar en
el día, como lo hizo durante unos meses en una escuela cercana, sacando
copias.
Rocío se enteró de que un día Kerly se fue a otra ciudad a presenciar
un concierto, pero nunca pidió permiso; su reacción fue quemarle los 4
discos que tenía, para ver si de una vez dejaba ese estilo de vida; sin
embargo esto agravó la situación.
En septiembre de 2011 Kerly intentó huir varias veces, pero Robert,
hoy con 50 años, logró contenerla. “Si tú no me dejas ir ahora, en
cualquier momento lo puedo hacer”, habrían sido las palabras de la
muchacha, según su madre.
Las amenazas se cumplieron el día 24 de ese mes. Cuando Kerly salía
de su casa, situada en la cooperativa Apolo, en el cantón Milagro,
Robert intentó detenerla, ambos forcejearon, él resbaló y ella logró
escapar.
Desde entonces no la volvieron a ver. Lady, la menor de 3 hermanas,
reveló que Kerly, antes de partir, le afirmó que sí regresaría al tiempo
de pedirle que se cuide mucho, por ello ahora la joven espera que
cumpla esa promesa.
Los padres pensaron que volvería cuando se le pase el enojo, y como
se fue por cuenta propia no pusieron la denuncia por desaparición, hasta
después de un año, cuando no soportaron más su ausencia.
Tres personas vieron a Kerly
Al no tener señales
de la joven, los padres empezaron con la búsqueda. Rocío relató que
Kerly, en esa fecha ya de 18 años, pasó por casa de una tía, en la misma
ciudad, allí comió, pero la tía no sabía que había escapado, por eso no
la retuvo.
Posteriormente se encontraron con el enamorado de Kerly, a quien
recién conocieron después del percance. “El vino a preguntar por ella,
porque no la veía hace días (…) yo le dije que había desaparecido”.
Rocío mencionó que el hombre, llamado Ángel, reveló que tuvo contacto
con Kerly varias veces, incluso un día ella le pidió dinero para ir a
un concierto, pero no accedió y días después también le perdió la pista,
por eso la fue a buscar.
Lucy, amiga de la infancia de Kerly, también la vio, dijo Rocío, y
agregó que al parecer su hija pasó varias veces por casa de esta joven y
allí lavaba su ropa.
Llamadas falsas
Cuando no se supo más sobre la muchacha, asentaron la denuncia en la Fiscalía, con ello iniciaron las investigaciones.
Una vez que se hizo público lo sucedido, la prensa se hizo presente,
manifestó Rocío. En una de las notas publicaron el número telefónico de
la familia, con el fin de que alguien les provea información sobre el
paradero de su hija, desde entonces han recibido varias llamadas, pero
ninguna fue útil.
Rocío recordó que una de esas, supuestamente, la efectuó Kerly
pidiéndole auxilio porque un hombre se la quería llevar a la fuerza y
que estaba en Santo Domingo de los Tsáchilas. Las investigaciones
determinaron que el llamado se efectuó desde otra provincia, por lo que
sospechan que pudo ser un engaño, pero les queda la duda.
“Yo sentí que era su voz, me dijo que la ayude, después escuché como
que la golpeaban y que le quitaban el teléfono, que parece que una
señora le había prestado”, narró Rocío.
De todo lo sucedido tiene conocimiento el fiscal Édison Daquilema,
asignado al caso desde octubre de 2013, en reemplazo de otro
investigador.
Daquilema explicó que la información fue evaluada y que ya se tomaron
procedimientos, pero por estar en indagación previa no puede adelantar
los resultados, no obstante aseguró que tiene listo un informe que
presentará esta semana ante sus superiores.
Robert solo espera tener noticias de su hija, pues la incertidumbre
no lo deja dormir. “En estos casos es preferible saber que un familiar
ya descansa en paz, a vivir con la duda de que si estará bién o estará
sufriendo”, expresó
Contenido publicado originalmente en:
El Telegráfo
Redacción Justicia
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