Quito, 9 de marzo de 2015
El día
jueves 5 de marzo de 2015, algunos familiares de los desaparecidos fuimos
invitados a una reunión con el presidente de la República, Rafael Correa, a la
tercera cita. Varias personas al haberme visto en TV, cosa que casi nunca pasa
porque mi intención no es visibilizar mi cara, sino la de mi hermano y
encontrarlo me han preguntado ¿Cómo nos fue en aquella reunión? La verdad no sé
qué contestar tengo una mezcla de sentimientos y cantidad de ideas que no logró
analizar el alcance de este tercer fallido encuentro. Nos trataron de
mentirosos, politiqueros, mal agradecidos… en fin y como es su especialidad,
hasta consiguieron la división y el enfrentamiento entre los presentes, ¡cual
pelea de mercado! ¡Qué vergüenza! prestarse para tal sainete. 

Algunos, olvidándose
de su verdadero objetivo: quejarnos por la falta de acción de policías,
fiscales, jueces, etc. que el Presidente Correa se entere de la verdad. No la
que cuentan sus súbditos, subalternos, empleados o lo que quieran llamarse.


Me da mucha pena de aquellos que se prestan para este tipo de juegos. Me da
mucha pena que se juegue con la dignidad de nuestros seres desaparecidos y con
la nuestra propia tomándonos el pelo.  Citándonos
a reuniones preparatorias y después seleccionando a los que se reunirán con el
Presidente en base a un criterio establecido, no sabemos por quién.


Se habla de equidad e igualdad y por protestar ante esta falacia nos llaman
politiqueros.


Cuando la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas,
Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased)  dice que ha resuelto miles de casos y nosotros
les refutamos con evidencia, nos llaman mentirosos. Cuando los jefes de la
Dinased dicen que tienen policías especializados en investigación de personas
desaparecidas con más de 20 años de experiencia, pregunto entonces ¿Dónde están
los hermanos  Santiago y Andrés Restrepo
desaparecidos el 8 de enero de 1988? ¿Dónde está el escritor Gustavo Garzón
Guzmán, cuya madre lleva una lucha de 25 años? y ¿nosotros somos los
mentirosos?  


Igual cosa sucede cuando con evidencia demostramos que en la Fiscalía también
nos engañan. Nos tildan de mentirosos, a nosotros que demostramos que no hay
resultados pese a las 800 diligencias, 500 actuaciones, 300 diligencias, etc. Nos
llaman mal agradecidos porque salimos a los plantones,  marchas y gritamos que la justicia está
desaparecida. Desagradecidos porque no agradecemos la existencia de políticas públicas,
la creación de la Dinased y de la Unidad de de Personas Desaparecidas en la Fiscalía,
pero ¿Acaso esto no es la obligación de  todo gobernante? crear políticas públicas con
la data e información que tiene al alcance de sus manos ¿Acaso los ciudadanos
no tenemos el derecho constitucional a saber la verdad? ¿A caso la labor del
Presidente y de los servidores públicos no es la de servir al pueblo que voto y
lo eligió para gobernar el país? ¿A caso no es la obligación del buen vecino o
para usar el término del Gobierno, del Buen vivir, hacer caer en cuenta y haber
puesto sobre el tapete un problema, más grande de lo que se podían haber
imaginado? ¿Entonces quién es el mal agradecido? Nosotros le damos  herramientas para que este gobierno minimice
esta problemática o hasta la elimine.  
 
Me mantengo con mi sentir. Total desilusión, un sabor amargo, completa desazón
y sin poder mirar hacia el horizonte con la esperanza de que algo cambie en
este país.
Carta de Pilar Tobar Abril, hermana de  Camilo Tobar 
desaparecido el 17 de abril de 2012,
 en el sector de Lumbusí, Cumbayá.
Pilar Tobar y Clelia Abril buscan a Camilo Tobar desaparecido hace más de dos años: Foto: Giovanni Rueda.