28thJun

Familia cuencana cumple 13 años desaparecida

«El 27 de junio del 2008 se terminó mi familia», expresa Mariela Montenegro, quien recuerda perfectamente esa noche, en la que desapareció su madre Isolina del Carmen León Álvarez; su padre, Holger Montenegro; y su hermano, Holger Fernando Montenegro; después de cenar en la casa de sus tíos en el sector El Paraíso, en la ciudad de Cuenca.

Esa noche, aproximadamente a las 22:00, la familia Montenegro abandonó la casa de sus familiares con destino a su casa, ubicada en la ciudadela Cañaribamba, a 10 minutos, pero nunca llegaron. Su familia compuesta por cuatro hijos: tres varones y Mariela, única mujer y la mayor de los hermanos, se rompió.  Mariela se quedó sola. Sus otros dos hermanos viven en el extranjero y esta mujer cuencana inició la búsqueda angustiante y sin pistas de sus seres queridos.

La denuncia por la desaparición de los tres integrantes de la familia Montenegro se la receptó tres días después de su ausencia. Mariela, recuerda que tuvo que presentar la denuncia el lunes 30 de junio porque debía esperar las 48 horas.

«Nosotros como familia exigimos que los busquen como seres humanos. En la Fiscalía se puso la denuncia, pero de ahí no avanzó. No hay investigación solo hay registro de hace 13 años y eso es lo único que se conoce de este caso».

Mariela Montenegro

Sin embargo, en el 2014, la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desaparecidos, Extorsión y Secuestros (Dinased) proyectaba a Cuenca como «la ciudad más segura del país» por una reducción del 44,44% de muertes violentas, secuestros y otros delitos. ¿Pero, qué pasó en el 2008 con la familia Montenegro León?

El único indicio que tuvo Mariela fue un aparente secuestro, debido a una llamada en la que los supuestos captores pedían 500 mil dólares por el rescate. «Pusimos la denuncia como secuestro e intervino la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase), hoy conocida como  la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), pero el caso lo abandonaron después de 3 meses, el argumento: «no habían más pistas sobre un aparente secuestro, pues no hubo una segunda llamada de los captores», indicó Mariela.

En el 2010, el caso de la familia Montenegro León se cerró, pero la lucha de Mariela siguió encaminada a exigir respuesta y justicia. Junto a la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en el Ecuador (Asfadec) logró reabrir el caso en el 2015. Sin embargo, hasta la actualidad no se conoce nada más que solo la hipótesis de una alerta de secuestro no confirmada.

Según los datos de la Dinased, hasta el 2018 se reportaron casi 43 mil desapariciones en todo el Ecuador, de las cuales, 2082 pertenecen a la provincia del Azuay. En la actualidad, Isolina tendría 68 años y su nieto, quien en ese entonces tenía siete años, hoy tiene 20 y desconoce también qué pasó esa fatídica noche, donde desapareció también su padre y su abuelo paterno.

Mariela recuerda con nostalgia a su padre, hermanos  y principalmente a su madre Isolina. «Mi madre era muy buena y muy entregada a nosotros. Siempre estuve pendiente de ella a pesar de que yo me casé de 17 años e hice vida a parte».

Foto principal: Mariela Montenegro participa en los talleres de fortalecimiento de Asfadec. Foto: Oscar Flores

Autor

Oscar Flores Rivera (Quito, 1990)

@OscarFlores

Comunicador social de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador y maestrante de Comunicación y Cultura de la Universidad de Buenos Aires. Colaborador voluntario en Asfadec (Comunicación en Territorio).

 

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