José Rodolfo Rendón Juanazo desapareció el 1 de diciembre de 2021, en la calle 20 y Capitán Najera, en la ciudad de Guayaquil. La última pista de su paradero se registra en la Unidad de la Policía Comunitaria de Cristo de Consuelo, de la ciudad costera.
La mañana del miércoles, 1 de diciembre de 2021, a las 10:00, don José Rodolfo Rendón salió de su casa ubicada en la calle 20 y Capitán Najera, en la ciudad de Guayaquil, para cortarse el cabello. Vestía una camisa a cuadros, un pantalón azul de tela y zapatos de suela. Esa fue la última vez que lo vieron, dice su nieta Hilda Segura Rendón.
Al ver que don José Rodolfo Rendón, de 89 años, no regresó a casa; su familia presentó la denuncia por desaparición el 2 de diciembre y empezó a recorrer la ciudad. “Hemos ido a morgues, casas de salud, el psiquiátrico y no está”, dice Hilda Segura Rendón. La última pista que se tiene de su abuelo es del 4 de diciembre, cuando don José Rodolfo Rendón habría sido llevado por una familia a la Unidad de la Policía Comunitaria de Cristo de Consuelo. En ese lugar habría estado un día y luego habría salido. Así lo ha confirmado su nieta mediante testimonios de los vecinos que lo vieron en la UPC.
A Hilda Segura Rendón le preocupa el accionar de los agentes de la UPC. Primero porque negaron que don José Rodolfo Rendón habría estado en sus instalaciones y segundo porque lo dejaron ir cuando había una alerta y una denuncia por desaparición. Frente a este cuestionamiento, los agentes del Estado, según Hilda, habrían señalado que no se puede detener más de 24 horas a una persona.
Don José Rodolfo Rendón tiene 89 años, mide 1.56m; es delgado, tez trigueña y cabello canoso. Tiene un lunar en la mejilla izquierda y por su edad empezó a olvidar las cosas, pero siempre regresaba a casa, aunque se demorara algunas horas, dice Hilda Segura Rendón. En una foto a la que tuvo acceso la familia, don José Rodolfo Rendón vestía el 4 de diciembre un camisa a cuadros color café y crema con un pantalón de tela y una gorra blanca.
«Son doce días sin saber nada de mi abuelo», enfatiza Hilda Segura Rendón que asegura que seguirán llenando la ciudad con el rostro de su abuelo, aunque a veces en sus recorridos encuentran los afiches despegados o ya no están.
Para Lidia Rueda, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), “la desaparición de una persona es lo más terrible que le puede pasar a una familia, es el inicio de una angustia. Por eso le pedimos a la sociedad en general que cuando vean un afiche no lo arranque porque nos quita un pedazo de nosotros, se pierden la posibilidad de encontrarlos”.
En lo que va del año, solo de enero a agosto de 2021 se han registrado 5.208 denuncias de desaparición de personas a escala nacional. De ellas, el 55.6% son mujeres y el 44.4% hombres. De este universo, el 6% corresponden a personas de la tercera edad.
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