Con su voz entrecortada, Alba Mugmal relata que hoy, 3 de mayo de 2021, se cumplen tres años de la desaparición de su madre, María Petrona Tuquerres Chasiguano, quien fue vista por última vez en la avenida Ponce Enríquez y Salvador Allende, en la parroquia de Conotoco, en el suroeste de Quito.
Ese jueves, 3 de mayo de 2018, Alba salió de su casa en horas de la mañana, pero cuando regresó su madre no estaba. Su padre con un rostro acongojado le comentó que no sabía dónde estaba Petrona. La familia empezó a buscarla por el sector y en el terminal terrestre, pero no la encontraron. Acudieron a Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) a presentar la denuncia, pero no la receptaron. Recién seis días después, la denuncia fue ingresada y 60 días tuvieron que pasar para que el nombre de Petrona sea incluido en la base de datos del Ministerio de Gobierno y se genere el afiche. La razón: “porque a los adultos mayores nadie se los lleva, ya va aparecer, qué él ha llevado tantos casos”, le dijo el agente policial que investiga el caso.

Petrona Tuquerres es una persona muy conversadora. Su hija recuerda que ella inventaba cuentos para sus nietos. Foto: archivo familiar
Petrona es una mujer que le gusta trabajar la tierra y cultivar. En Ibarra vivía junto a su esposo y se encargaba de las actividades de la casa, pero tuvo que mudarse a Quito por su enfermedad. Le diagnosticaron Alzheimer, empezó a olvidar las cosas. Sus hijas e hijos se turnaban para cuidarla, pero ese día 3 de mayo desapareció.
Ahora el caso se investiga en el despacho de la fiscal María Paola Córdova, de la Fiscalía de Personas Desaparecidas N°3. Las búsquedas se han visto paralizadas por la pandemia de covid-19. “El teletrabajo impide que se continúe con las visitas a los ancianatos – dice Alba Mugmal- donde se toman las huellas dactilares de las personas NN para verificar con la lista de personas desaparecidas”.
“No por ser un adulto mayor significa que no tengan derechos, las personas adultas mayores también valen. Es una situación muy dura no saber si están vivas o muertas”.
Alba Mugmal
Alba recuerda que en el 2019 visitaron un ancianato en Cayambe e identificaron a 13 personas NN, es decir, 13 personas que no recordaban sus nombres y por lo tanto no tenían identidad. Algo similar ocurrió en San José de Conocoto. Por ello, considera fundamental retomar estas diligencias, sin embargo la pandemia lo dificulta. Lo único que ha podido realizar para continuar con la búsqueda de su madre son las actividades de difusión. El año anterior, Alba junto al personal de la Policía Nacional, Dinased y agentes metropolitanos acudieron al sector donde se presume la desaparición de Petrona y colocaron afiches y conversaron con las personas. Sin embargo, no se recolectó pista alguna.
Por la situación de la pandemia, Alba tampoco ha podido revisar el expediente. Cada vez que visita la Fiscalía le comentan que no están trabajando de forma presencial. “Fui un día y me dijeron que trabajan lunes, miércoles y viernes de forma presencial, entonces fui y me dijeron que no podían atenderme porque trabajan martes y jueves, luego hubo un problemas con los horarios y así desde que llegó la pandemia ni yo ni la abogada que me ayuda hemos podido revisar el expediente”.
Mientras tanto, Alba continúa visibilizando que su madre no está. A todo lugar que ella va, lleva consigo los afiches, con el rostro de su madre, para colocarlos en los postes y paredes. En marzo, Alba junto a su hijo se sumó a la primera Caravana por las personas desaparecidas y encontradas sin vida que recorrió cinco ciudades del país. En su recorrido junto a otra decena de familiares denunció la falta de investigación de los agentes fiscales y policiales. Ella exige que las personas adultas mayores sean tomadas en cuenta, “no por ser un adulto mayor significa que no tengan derechos, las personas adultas mayores también valen” –dice Alba-. Es una situación muy dura no saber si están vivas o muertas”.
Alba hace un pedido a la sociedad en general, dice que por un segundo se pongan en su lugar y pregunta ¿Qué harían por su ser querido desaparecido? “Les pido más empatía y que nos ayuden a difundir en las redes sociales. Aunque sé que mientras que a uno no le pase, uno no siente, porque antes yo veía afiches pegados y uno ni siquiera reacciona, no sabe por qué desaparece la gente, pero cuando a uno le pasa es muy diferente”.

Alba Mugmal recorrió el país con el afiche de su madre para denunciar que el Estado ecuatoriano no investiga de forma célere los casos de personas desaparecidas en Ecuador, Azuay. Foto: Asfadec
Este julio, Petrona cumplirá 83 años de edad. Su familia espera encontrarla, “tenemos la esperanza de encontrarla algún días, en la condiciones que sea”.
Foto de portada: Christopher busca a su abuela Petrona Tuquerres. Marcha por el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, 2019. Foto: archivo Asfadec