14thEne

Rumbo a casa: personas desaparecidas en la vía

Los vieron por última vez. Se despidieron de ellos de forma cariñosa, quizás pensaban verlos en unos días o mantener contacto en unos minutos, pero no fue así. Parece un panorama lejano, pero es la realidad de varias familias que buscan a sus seres queridos.

Luis Daniel Sigcho Ñacato desapareció cuando caminaba por la vía en espera de un taxi que lo llevará su casa. José Luis Valencia Ruiz desapareció cuando se bajó del auto de sus compañeros y caminaba hacia su casa. Isolina León junto a su esposo Holguer Montenegro y su hijo Holguer desaparecieron cuando iban en su auto camino a su hogar.  

La Ley de Actuación en Casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas establece en su artículo 4 que la desaparición es “la ausencia de una persona de su núcleo familiar o entorno, sin que se conozca el paradero o las causas que la motivaron. Para efectos de esta Ley, la desaparición puede ser:

  1. Involuntaria. Es la ausencia ligada a la acción de otra persona sin que medie decisión o intención propia. 
  2. Voluntaria. Es la ausencia de una persona de su núcleo familiar o entorno, motivada por su decisión e intención propia”.

En Ecuador, dos personas desaparecen en promedio cada día, así lo reportó el Ministerio de Gobierno en su informe de desapariciones de enero a noviembre de 2024. 

Después del cumpleaños de su hermano

Luis Daniel Sigcho Ñacato tenía 25 años cuando desapareció el sábado, 4 de octubre de 2008, en el sector El Triángulo, San Rafael, en el Valle de los Chillos, Pichincha. Estudiaba la carrera de Físico Matemático en la Escuela de Ciencias Exactas de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador. 

Aquel sábado, Luis Daniel fue a una discoteca con varios amigos para celebrar el cumpleaños de su hermano menor Byron. Tiempo más tarde, aproximadamente a la 01:00, el recinto cerró. Luis Daniel, Byron y los demás jóvenes salieron y buscaban un taxi para volver a casa.

«Los taxis no los querían llevar porque estaban en un grupo de cuatro personas – dice Luis Sigcho, padre de Luis Daniel –  Solo le vieron caminar una o dos cuadras. Desde ahí no se sabe absolutamente nada de mi hijo».

Su búsqueda lo llevó a atender reportes que afirmaron haber visto a Luis Daniel en Ibarra,  Riobamba o  Machala, pero en ninguno obtuvo una pista. No obstante, con el inicio de la pandemia de Covid-19 los viajes quedaron estancados.

Luis Sigcho junto a su esposa Pilar Ñacato. Foto: muestra fotográfica Ausencias/Asfadec

Después de una reunión en la facultad

Cariñoso, serio y preocupado por la realidad social, así es José Luis Valencia Ruiz visto por última vez el 21 de diciembre de 1995, en la avenida Oswaldo Guayasamin y calles 24-10 Francisco de Goya, en Miravalle, Tumbaco, provincia de Pichincha, cuando volvía a su casa tras la fiesta en la facultad. Esa madrugada, sus compañeros de la carrera de Ingeniería Eléctrica de la Escuela Politécnica Nacional lo vieron alzar la mano a cien metros de su domicilio, antes de que ellos continuaran su camino en un vehículo. José Luis debía caminar cien metros para llegar a casa, pero nunca llegó. Luis Valencia de la Torre, tío de José Luis, recuerda que se han enfrentado a hipótesis revictimizantes, donde incluso un ministro de Gobierno afirmó que “se había ido con una hembra”. 

Actualmente, no hay ningún nuevo indicio o avances del caso. Exige al Estado que se entreguen recursos económicos y humanos para la realización de mapeos y una optimización especializada de los procesos de investigación para dar con el paradero de su sobrino.

Después de una cena familiar

Isolina del Carmen León Álvarez, Holger Gilberto Montenegro y Holger Fernando Montenegro se embarcaron en su vehículo la noche del 27 de junio de 2008, aproximadamente a las 22:00, tras salir de una reunión en la casa de un tío en la ciudadela El Paraíso, Cuenca, Azuay. La familia se dirigía a su casa, ubicada en la ciudadela Cañaribamba, a 10 minutos de distancia pero no llegaron, ni respondieron a sus teléfonos.

Mariela Montenegro, hija y hermana, estaba en Machala cuando recibió la noticia. Regresó al día siguiente para emprender una búsqueda, pero no encontraron nada. La investigación ha estado cargada de cambios de fiscales, negligencia de las autoridades y una llamada de un presunto secuestro. El caso fue archivado en el 2010 luego de tres meses de no haber recibido una segunda llamada, un nuevo contacto o negociaciones. No obstante, en 2018 lograron abrir el caso en conjunto con la  Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) que acompaña y visibiliza los casos de desaparición en el país. 

A pesar de que la investigación se abrió, aún no hay avances importantes que permitan encontrar a Isolina del Carmen, Holger Gilberto y Holger Fernando.

Mariela Montenegro, hija y hermana, busca a sus padres y hermano. Foto: Asfadec/archivo

Desde Asfadec hemos registrado que los procesos continúan en marcándose en una revictimización que va de la mano con hipótesis que no cumplen con el principal objetivo de proporcionar una respuesta clara para sus seres queridos. Queremos verdad y justicia, ya que es imperativo que los organismos del Estado ecuatoriano realicen búsquedas efectivas y garanticen que no existan más casos, como lo plantea la Ley de Actuación en Casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas en su artículo 20: 

“La búsqueda tendrá por objeto dar con el paradero de la persona desaparecida o extraviada, para ello, se realizarán todas las acciones y diligencias necesarias, incluidas las acciones para su identificación en los términos previstos en esta Ley”.

Foto principal: José Luis Valencia Ruiz fue visto por última vez el 21 de diciembre de 1995. Foto: Asfadec/archivo

Valeria Ocaña (Quito, 1999)

Licenciada en Comunicación (FACSO – UCE), periodista digital que aprende nuevos enfoques para narrar las realidades sociales y culturales, desde la perspectiva de género y los derechos humanos.

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